Bloque 4: El sistema de la lengua: ortografía y semántica


Introducción 

Aprender ortografía léxica es un gran desafío para los alumnos. Si un fonema (un sonido) correspondía a un grafema (una letra o un grupo de letras), este aprendizaje sería relativamente simple. Las correspondencias entre fonemas y grafemas son por lo tanto complejas y la enseñanza de estas correspondencias juega un papel importante en el aprendizaje de la escritura. Sin embargo, también se deben considerar otras propiedades de las palabras.

Las propiedades de las palabras

Las palabras tienen tres tipos de propiedades: propiedades fonológicas, morfológicas y visuales. Las propiedades fonológicas se refieren a grafemas que transmiten información fonológica (sonora). Las propiedades morfológicas se refieren a grafemas que transmiten significado, mientras que las propiedades visuales se refieren a grafemas que dan un "color" específico para cada palabra, en ausencia de evidencia fonológica o morfológica que indique su presencia.

El principal problema de los alumnos en la ortografía léxica es la falta de dominio de las propiedades visuales de las palabras. De hecho, en un estudio realizado sobre ortografía léxica entre estudiantes de primaria, Daigle, Costerg, Plisson, Ruberto y Varin (2016) muestran que casi tres cuartas partes de los errores ortográficos léxicos pueden explicarse por falta de consideración de las propiedades visuales. Por lo tanto, es importante hacer que los niños conozcan los tres tipos de propiedades de las palabras, especialmente las propiedades visuales, pero ¿cómo hacerlo correctamente?

Al principio es importante recordar que la enseñanza de la ortografía léxica requiere que las palabras específicas se conozcan oralmente. En otras palabras, los alumnos deben comprender el significado. Además, para que los alumnos tomen conciencia de las propiedades visuales de las palabras, éstas deben contener aspectos visuales específicos.

Actividad de ortografía:

Para mi actividad de ortografía, he elegido el dictado preparado. Se trata de presentar a los alumnos, una semana antes del dictado, todas las dificultades que se utilizan en este ejercicio, no como un texto para memorizar, sino en la forma de una lista de palabras.

« En este catálogo, no han de olvidarse los dictados preparados o memorísticos, en los que los estudiantes tienen la oportunidad de leer el textos que se va a dictar y pueden realizar una memorización analítica de las palabras difíciles, las tildes, la puntuación, etc. Se trata de una actividad formativa que permite grabar en nuestra memoria las características ortográficas de las palabras, de las frases y del texto y favorecen el desarrollo y el asentamiento de la ortografía visual. » (página 69 de la guía)
El dictado debe ser un ejercicio que le permita al alumno invertir, anticipar, tener confianza, ganar autonomía y al final progresar.

El dictado ya no debe ser un ejercicio sancionador, temido por los alumnos con más dificultades que, temiendo las trampas establecidas por el maestro, pierden sus medios.

Más bien, por este método, el dictado se convierte en un ejercicio en el que cada alumno pueda ver su progreso ya que los resultados dependen del trabajo invertido y de la capacidad de concentración directa durante el ejercicio. Estos principios establecen un clima de confianza del alumno a su maestro que no va a ver como un elemento perturbador, pero se convertirá en una guía tranquilizador en el trabajo.

Para alcanzar estos objetivos educativos, el texto del dictado debe contener solo, en las clases de primaria, dificultades que los alumnos ya hayan identificadas y que, por lo tanto, puedan corregir de forma autónoma.

¿Cómo guiar al alumno?

·      Primera etapa (una semana antes):
Se entrega una hoja de preparación a los alumnos unos días antes del dictado. Cada alumno pega esta tarjeta en su cuaderno. En esta página encontramos: todas las palabras del dictado (excepto los determinantes y las palabras invariables ya conocidas). Los nombres se presentan en singulares. Los adjetivos son masculinos en singular. Los verbos están escritos en infinitivo, podemos especificar los tiempos que se usarán en el dictado.

·      Segunda etapa (durante la semana):
Individualmente o en grupo pequeño de 2 o 3 alumnos (en la escuela o en casa), el alumno entrena para construir y escribir frases con las palabras en la hoja, la conjugación de los verbos, dando los grupos nominales, haciendo los análisis necesarios para los homófonos, sin olvidar las letras mayúsculas de inicio de frase, etc.
Durante este trabajo preparatorio, se anima a los alumnos a hacer el esfuerzo de recordar la ortografía de las palabras "difíciles", hace una revisión de la combinación de las dificultades señaladas, se refiere a las clases ya vistas sobre algunos homófonos gramaticales. Por lo tanto, el alumno implementa los mecanismos de la ortografía, en un contexto creativo y relajado: hace el mejor uso de sus habilidades.

·      Tercera etapa (día del dictado):
El maestro dicta el texto a la clase. Los alumnos escriben de forma clara y legible.

·      Cuarta etapa (día del dictado):
Después de leer en silencio, los alumnos hacen preguntas acerca de algunas palabras que representan un problema de la ortografía gramatical o conjugación: el maestro dirige la clase para llevar a todos a reflexionar sobre la dificultad, pero nunca dar "la respuesta".

·      Quinta etapa (el día después del dictado):
El profesor corrige cada dictado, codificando cada error. No es relevante poner una "nota", que supone una escala, escribir el número de errores en el margen es suficiente para motivar a los alumnos.

·      Sexta etapa (dos días después del dictado):
Usando un método para codificar (por ejemplo, los colores) los errores en la ortografía, cada alumno corrige en autonomía los errores señaladas por el maestro. La palabra a corregir debe ser reescrita en su totalidad.

Evaluación: 

La evaluación del dictado no consiste en poner una nota a los alumnos para no desmotivarlos. El objetivo es que los alumnos tomen conciencia de sus estrategias de aprendizaje. El docente planteará diferentes preguntas en forma de diálogo al cuestionar el grado de dificultad de este ejercicio. ¿Cómo lo experimentaron los estudiantes? ¿Fue este ejercicio fácil o difícil? Cada alumno es libre de expresar sus dificultades para encontrar estrategias de memorización todos juntos. Es importante llevar a los alumnos a un nivel meta cognitivo para que cuestionen sus acciones. Entonces les será más fácil entender su funcionamiento y su propio aprendizaje.

Actividad de semántica: 

La pared de palabras es una herramienta de alfabetización que consiste en un conjunto organizado de palabras (por lo general en orden alfabético) ilustradas en letras grandes en una pared u otra clase de superficie. Es una herramienta interactiva diseñada para alumnos. Contiene un conjunto de palabras que pueden usarse durante la escritura y la lectura.

Usualmente asociado con la enseñanza de la lectura y la escritura, el muro de palabras se usa para varios propósitos porque:

·      desarrolla conciencia fonológica,
·     ilustra los enlaces entre "familias" de palabras (como palabras que terminan en "or"),
·      sirve como una ayuda o referencia para los alumnos y
· crea experiencias memorables y significativas con nuevas palabras de vocabulario.

La pared de palabras ofrece soporte visual, reduce la memoria de trabajo, propone puntos de referencia y expone el alumno a la ortografía o el vocabulario correctos. Además, algunas actividades relacionadas con el muro de palabras ofrecen un modelo de organización del conocimiento.

Los maestros y los alumnos pueden crear un muro palabra personal móvil, que podría ser una réplica de la que se muestra en el aula, o una versión adaptada, creado en los intereses del alumno y sus necesidades de aprendizaje.

Debido a su flexibilidad y capacidad de "crecer" con los alumnos, el muro de palabras se puede usar en clases de primaria a intermedia.

La puesta en práctica :

La palabra muro de la clase se puede organizar por categoría de contenido, en orden alfabético o de diferentes maneras. De las muchas variaciones que existen, algunas asocian imágenes con palabras o contienen listas codificadas por colores.

Cuando el maestro o el alumno (dependiendo de la capacidad) prepara una pared de palabras individual, puede volver a crearlo con las mismas categorías que los presentados en la pared de palabras aula.

Por ejemplo: el prefijo en el vocabulario científico

Objetivo: Desarrollar vocabulario

Material necesario:

·      Hojas y lápices
·      Libros de texto escolares

Breve descripción: El profesor hace un recordatorio de lo que son un prefijo y un sufijo. Él nombra por qué esta estrategia para entender palabras nuevas es útil y fácil de usar con vocabulario científico. En grupos grandes, se observan ejemplos de prefijos (hidro, peri, bio, etc.). Posteriormente, en equipos pequeños, los alumnos deben encontrar cinco palabras derivadas del prefijo asignado en sus libros de texto. Los ponen en una hoja, ilustran el significado del prefijo en otra y muestran su trabajo en la pared presentándolo a sus compañeros.

Impactos buscados:

·      Desarrollar el vocabulario
·      Modelar una estrategia para entender nuevas palabras
·      Mejora la ortografía léxica

Evaluación :

La evaluación consiste en hacer preguntas a los alumnos sobre sus sentimientos acerca de esta actividad. El docente necesita saber si este trabajo les ha parecido complicado o no y qué han aprendido de él. ¿Qué problemas encontraron y cómo salieron de él? Las respuestas de los alumnos son muy reveladoras sobre su método de trabajo, así como sobre los caminos elegidos para llegar a su objetivo.

Conclusión:

Durante la producción de palabras escritas, el escritor busca diferentes conocimientos y usa varias estrategias. De hecho, ya que el lenguaje escrito tiene opciones para respetar la palabra de ortografía, el escritor debe desarrollar, por un lado, el conocimiento relacionado con las reglas para la traducción de la fonología (sonido de la lengua) ortografía (letras o grafemas) y en segundo lugar, el conocimiento relacionado con el léxico ortográfico, reglas ortográficas, grafemas particulares de palabras, así como también información morfológica. De hecho, realizar actividades que requieren códigos fonológicos, ortográficos y semánticos es efectivo para desarrollar la habilidad de deletrear palabras con precisión. Por lo tanto, para el escritor principiante, una enseñanza específica sobre la ortografía de las palabras es necesaria para facilitar su memorización. Además, esta enseñanza puede llevar al alumno a desarrollar estrategias de aprendizaje que le permitan memorizar la ortografía de las palabras de forma independiente.



    Bibliografía: 

    ·      Labajo, Irune. Didáctica de la lengua española


      Commentaires

      1. Está muy bien, Sophie. Para que esté perfecto, revisa la evaluación de ambas actividades. Falta la puesta en común de estrategias que es fundamental. En la primera, haces referencia a la metacognición pero no dices cómo conseguirás que se produzca. Es importante que los niños expliquen cómo lo han hecho para que ellos lleguen a la conclusión de cuáles son las estrategias más adecuadas para este tipo de actividades. También es importante que los niños digan qué objetivos creen que tenía la actividad, qué han aprendido y cómo lo pueden aplicar.

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