Bloque 3: comunicación escrita: la escritura

Introducción :

La escritura a mano, como una habilidad, puede no parecer importante dada la frecuencia con la que usamos un teclado; pero incluso en el siglo veintiuno, siempre es necesario escribir de forma legible. Es una habilidad que el niño necesita para participar plenamente en las actividades escolares, ya que casi la mitad del tiempo de clase se gasta diariamente en tareas de papel y lápiz. 

La escritura a mano es una habilidad particularmente importante para los alumnos jóvenes que generalmente piensan y escriben al mismo tiempo. Para estos alumnos, la atención requerida para completar la tarea de escritura disminuye la concentración disponible para las tareas de composición y reflexión. La escritura a mano también es una preocupación porque las dificultades iniciales de escritura pueden indicar que el alumno tendrá dificultades más adelante en la vida en términos de expresión escrita y lenguaje expresivo (Graham et al., 1997).

Las dificultades en la escritura que persisten después de los primeros años de escolaridad pueden tener una influencia negativa sobre cómo el maestro percibe el trabajo escrito del alumno. Los alumnos que no tienen una buena escritura pueden evitar escribir, perdiendo así oportunidades de practicar.

La escritura incluye cuatro tipos de habilidades (Reid, Lienemann y Hagaman, 2013):
  • habilidades motoras finas,
  • el conocimiento de las letras,
  • la mano dominante y
  • la posición del cuerpo y la mano.

Las intervenciones se pueden diseñar específicamente para facilitar cada una de estas cuatro habilidades.

Los alumnos también deben conocer las formas y el movimiento de las letras (por ejemplo, el punto de partida de una letra, la progresión de izquierda a derecha). Cuando los alumnos pueden formar automáticamente palabras legibles, pueden pensar más sobre las palabras que eligen y cómo organizarlas con claridad.


Organización: 

La habilidad de escritura a mano generalmente se mide por legibilidad y velocidad.

La legibilidad se refiere a la claridad del texto (teniendo en cuenta elementos tales como la formación de la letra, el tamaño, la alineación y el espaciado), y a menudo se considera y juzga como un reflejo de la inteligencia o la habilidad del editor (Feder y Majnemer, 2007). Se ha demostrado que, incluso con contenido escrito similar, los alumnos con habilidades de escritura inferiores puntúan constantemente más bajo que aquellos con mejores habilidades de escritura (Connelly, Campbell, MacLean y Barnes, 2006). Como señala Sassoon (2006), la escritura descuidada es un recordatorio constante y desmoralizador del fracaso a cualquier edad, pero especialmente para los alumnos de secundaria e incluso los adultos.

La velocidad de escritura (generalmente medida por el número promedio de letras o palabras escritas por minuto) es otro indicador esencial del dominio de la escritura ya que una tarea de escritura debe completarse dentro de un tiempo razonable para ser considerado funcional (VanDrempt, McCluskey y Lannin, 2011).

Aquellos que enseñan la escritura a mano deben tener en cuenta que esta habilidad debe ser enseñada explícitamente. Esto lo creen Berninger y Amtmann (2003), quienes enfatizan la importancia de tener un ambiente de aprendizaje que les permita a los alumnos con dificultades de transcripción verse a sí mismos como escritores. También están a favor de las sesiones de escritura diarias.

Las lecciones de escritura diarias deben ser breves (de 5 a 10 minutos) y tener un objetivo claro.

Wendling y Mather (2009) recomiendan que las lecciones de escritura a mano incluyan cuatro elementos:
  • "sobreaprendizaje" de letras individuales y, en segundo lugar, en el contexto de las palabras;
  • escribir cartas usando pistas verbales y rastreo;
  • autoevaluación del progreso del alumno;
  • comentarios regulares del profesional de la enseñanza.

Caso de un alumno en 2° de primaria: 

Ruth es una niña muy nerviosa y no puede permanecer callada por más de unos minutos. Debido a esto, Ruth no tiene una hermosa caligrafía. Tiene problemas para escribir de manera consistente, sus cartas no son todas del mismo tamaño. No es un trastorno, sino solo un ligero retraso. El objetivo es hacer que sus cartas sean legibles ofreciéndole varios ejercicios para entrenarse. Esto no debe verse como un castigo sino como una forma de progresar. Por lo tanto, es importante, como profesor, saber más sobre nuestros alumnos y sus pasatiempos, las cosas que los hacen felices y ofrecerles actividades relacionadas con estos temas. Este ejercicio debe basarse en la caligrafía y no debe ser escritura de textos. El objetivo es mejorar su caligrafía y no escribir, no son los mismos ejercicios. Escribir implica un cargo adicional en relación con el propio pensamiento y no es lo que buscamos en este caso particular.

El ejercicio que propondría sería una copia de un modelo, siempre teniendo en cuenta las preferencias de los alumnos. Por ejemplo, Ruth ama a los caballos. La actividad propuesta se basaría en este animal. Ruth todavía tiene dificultades con algunas letras más que otras, como la "l". Sería interesante darle un texto sobre el tema de los caballos que proponga ejercer cartas más difíciles.

Es importante variar las actividades para que Ruth no pierda la motivación y continúe progresando mientras se divierte. Luego sugeriría diferentes tipos de ejercicios de caligrafía, como escribir pero también dibujar. Como Ruth está nerviosa, el objetivo es lograr que se concentre en algo que le interese suficientemente. 

Para que el entrenamiento de Ruth sea diario, tendrá a su disposición un folleto de caligrafía en el que podrá ejercitarse libremente para notar la mejora durante el año. Este cuaderno debe, por supuesto, ser cuadrado para que los niños respeten el tamaño de las letras durante todo el ejercicio.


Para todos estos ejercicios, la herramienta utilizada es muy importante y debe adaptarse a todos. En el caso de Ruth, es necesario que use un lápiz con la punta siempre bien cortada. Esto le permitirá regular la presión ejercida durante la escritura. También podrá usar lápices de colores para alegrar sus dibujos.

Para darle cierta regularidad a Ruth, es necesario practicar su caligrafía a diario. Esto no debería tomar demasiado tiempo, unos 10 minutos por día son suficientes para ver el progreso rápidamente. Con el tiempo, la actividad obviamente se adapta a las necesidades de cada alumno.

Caso de un alumno en 4° de primaria: 

Carlos, un alumno de cuarto grado comienza a dejar la escritura cursiva, además debe estar familiarizado con la escritura con diferentes tipos de plumas. Todos estos cambios y sus preguntas influyen en su escritura, que no es tan buena como lo fue. Como docente, le sugiero a Carlos varios métodos de escritura que son similares a los que él busca usar. Con la ayuda del sitio "dafont.com", seleccionaría las escrituras que le corresponden para que elija su favorita. Permitirle elegir su escritura es un factor de motivación para seguir aprendiendo.

Le propondré utilizar un bolígrafo borrable y hojas con líneas. El bolígrafo borrable es un útil con el cual los alumnos tienen que aprender a escribir. Dado a que el niño todavía no se siente cómodo, se le daría un útil parecido al de sus compañeros pero con el cual puede borrar sus faltas. Carlos puede ayudarse de la diferentes líneas para el tamaño de sus letras como en el ejemplo abajo: 



Una vez que haya definido la letra que le convenga, le propondré un ejercicio con esta misma caligrafía. Si por ejemplo Carlos elige la letra "Please write me a song" tendrá diariamente entrenarse entre 10 y 15 minutos. El ejercicio diario permite notar mejoría sin que el niño lo perciba como una tarea, si es motivador. En consecuencia daré ejercicios en función se sus intereses. 

Ya que Carlos es un apasionado por la montañas, le haré descubrir anécdotas sobre las montañas mas conocidas del mundo. A continuación, plantearé un ejemplo concreto con el Everest que tendría que copiar en una hoja con líneas: 

La cadena de montañas del Himalya se desplaza y se eleva debido a fuerzas geograficas. La cadena de montaña se mueva hacia el noreste cada año, lo que implica que El Everest gana unos centimetros de altura por año. (Fuente: L'IInternaute/actualité)


Caso de un alumno en 6° de primaria: 

Es a partir de esta edad que los alumnos se preguntan sobre su personalidad y se nota en sus letras. No quieren escribir de manera relacionada como aprendieron en sus primeros años de escuela. Están buscando su propio estilo y podemos ayudarlos proporcionándoles escrituras que los relacionen con la fuente dafont.com. El objetivo es encontrar estilos que se parezcan a lo que están buscando para que luego puedan practicar. No es demasiado tarde para cambiar la escritura o mejorar su caligrafía. Esto es entrenamiento como se ve en casos anteriores.

El niño tiene que apropriarse una caligrafiía que le corresponde. Por eso, haría un ejercicio intermediario en el cual pueda entrenar diferentes tipos de caligrafiía como: 





Manuel es un niño que ama el cine y especialmente las películas "Piratas del Caribe". Una vez que Manuel haya elegido la escritura que prefiere, propondría copiar réplicas de películas como las del famoso Jack Sparrow, por ejemplo. Estos son algunos de ellas:


- !No todos los tresoros son de oro y plata, amigo !

- Si no dejan a nadia con vida ¿ Quién contara estas historias ?

- Ninguna causa está perdida mientras haya luchando por ella.

- Pelear es de valiente, huir de inteligentes.

- Sin duda eres el peor pirata del que ha oído hablar jamás.


El objetivo es que Manuel practique escribiendo las letras de la escritura elegida. Para eso, es necesario escribir un poco todos los días, aproximadamente 10 minutos. Como hemos visto, esto no debería ser una tarea rutinaria, sino un ejercicio motivador. Luego, le pediría a Manuel que me diera los nombres de las películas que le gustan para que pueda elegir nuevas réplicas que lo motiven. Para esta actividad, Manuel usaría un bolígrafo así como hojas con líneas suficientemente espaciadas. Podríamos imaginar la creación de un cuaderno con todas las citas que Manuel copiara. Además, podría, si lo desea, buscar imágenes para ilustrar las diferentes réplicas.

Conclusión:


Finalmente, no debe suponerse que la enseñanza de la escritura a mano es inútil o menos importante que la enseñanza de la lectura y la escritura (Medwell et al., 2009). Como muestran los estudios, la enseñanza directa de la escritura a mano por cortos períodos de tiempo, sin costo o esfuerzo adicional por parte del maestro, puede producir un progreso notable en muchos aspectos del rendimiento escolar. Las escuelas deben preparar a los alumnos para mejorar sus habilidades de escritura. De acuerdo con los estudios más recientes, la contribución de la escritura a mano al logro académico y al éxito profesional no debe subestimarse.




Bibliografía:
  • Labajo, I. (2018). Didáctica de la Lengua Española [Teoría de curso].
  • Labajo, I. (2018). Organización y actividades de didáctica de la lengua [Guía de trabajo].

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